Mucho que aprender leyendo
La generosidad de Robin Hood, la capacidad para esforzarse de Los tres cerditos, la paciencia de Cenicienta… Los cuentos infantiles encierran muchos valores que los niños interiorizarán fácilmente y sin esfuerzo.
Los cuentos son un instrumento magnífico para el aprendizaje de valores, pues los niños se involucran fácilmente con los personajes de las historias, entienden su vocabulario, tienen problemas comunes y pueden aprender a resolverlos como hace el protagonista de ese relato que le lees cada noche.
Estos son algunos de los valores más importantes que querrás enseñar a tus hijos y los cuentos con los que puedes lograrlo.
- Tolerancia. Enseñarla en una sociedad multicultural como la nuestra es fundamental. El patito feo representa muchos de los prejuicios que la gente tiene contra los que son diferentes y, al tratarse de un relato tierno, fomenta la sensibilidad. El ejemplo de Dumbo y cómo se gana el respeto de todos con trabajo y esfuerzo también puede serviros.
- Colaboración. Las frecuentes peleas de los niños cuando tienen que trabajar en grupo hace más que necesario enseñarles a ayudarse. Hansel y Gretel lograron derrotar a la bruja trabajando juntos y en El Mago de Oz sus protagonistas han de ayudarse para lograr lo que desean.
- Esfuerzo. Es el valor más difícil de interiorizar para los pequeños, que suelen preferir actividades y recompensas a corto plazo. El cuento de Los tres cerditos o la fábula de La cigarra y la hormiga les mostrarán lo que se puede conseguir siendo trabajador.
- Sinceridad. Hasta los seis u ocho años un niño no es capaz de distinguir claramente la verdad de la mentira y usarla en beneficio propio. Pinocho y el protagonista de Pedro y el lobo sufrieron continuas desgracias por culpa de las mentiras que contaban. Con Pinocho también aprenderá el perdón, la responsabilidad o la importancia de obedecer a la voz de la conciencia.
- Prudencia. Templanza, cautela, moderación es lo que enseñan Juan sin miedo y Pulgarcito, que solos son capaces de vencer sus miedos y de engañar a un gigante.
- Paciencia. Los niños son impacientes por naturaleza. Quizá por eso les guste tanto la historia de Cenicienta, una pobre muchacha que gracias a su paciencia y a saber esperar logra casarse con su príncipe azul. Eso sí, explícale que en la vida real no hay hadas madrinas con una varita mágica. El genio de Aladino también supo esperar hasta dar con un amo que lo liberase, y lo encontró.
- Amor. Aunque los niños sienten un amor incondicional por sus padres y familiares, los dos cuentos infantiles románticos por excelencia, El soldadito de plomo y La Bella y la Bestia, le enseñarán que también se puede amar sin medidas a alguien que no es de tu familia.
Asesoramiento: Laura Bendesky, psicóloga infantil y coordinadora de proyectos del Instituto de la Infancia de Barcelona.
Estos son algunos de los valores más importantes que querrás enseñar a tus hijos y los cuentos con los que puedes lograrlo.
- Tolerancia. Enseñarla en una sociedad multicultural como la nuestra es fundamental. El patito feo representa muchos de los prejuicios que la gente tiene contra los que son diferentes y, al tratarse de un relato tierno, fomenta la sensibilidad. El ejemplo de Dumbo y cómo se gana el respeto de todos con trabajo y esfuerzo también puede serviros.
- Colaboración. Las frecuentes peleas de los niños cuando tienen que trabajar en grupo hace más que necesario enseñarles a ayudarse. Hansel y Gretel lograron derrotar a la bruja trabajando juntos y en El Mago de Oz sus protagonistas han de ayudarse para lograr lo que desean.
- Esfuerzo. Es el valor más difícil de interiorizar para los pequeños, que suelen preferir actividades y recompensas a corto plazo. El cuento de Los tres cerditos o la fábula de La cigarra y la hormiga les mostrarán lo que se puede conseguir siendo trabajador.
- Sinceridad. Hasta los seis u ocho años un niño no es capaz de distinguir claramente la verdad de la mentira y usarla en beneficio propio. Pinocho y el protagonista de Pedro y el lobo sufrieron continuas desgracias por culpa de las mentiras que contaban. Con Pinocho también aprenderá el perdón, la responsabilidad o la importancia de obedecer a la voz de la conciencia.
- Prudencia. Templanza, cautela, moderación es lo que enseñan Juan sin miedo y Pulgarcito, que solos son capaces de vencer sus miedos y de engañar a un gigante.
- Paciencia. Los niños son impacientes por naturaleza. Quizá por eso les guste tanto la historia de Cenicienta, una pobre muchacha que gracias a su paciencia y a saber esperar logra casarse con su príncipe azul. Eso sí, explícale que en la vida real no hay hadas madrinas con una varita mágica. El genio de Aladino también supo esperar hasta dar con un amo que lo liberase, y lo encontró.
- Amor. Aunque los niños sienten un amor incondicional por sus padres y familiares, los dos cuentos infantiles románticos por excelencia, El soldadito de plomo y La Bella y la Bestia, le enseñarán que también se puede amar sin medidas a alguien que no es de tu familia.
Asesoramiento: Laura Bendesky, psicóloga infantil y coordinadora de proyectos del Instituto de la Infancia de Barcelona.
Juegos para aprender a actuar de forma responsable
Un valor muy importante
Para un niño, comportarse de forma responsable implica terminar las tareas que inicia y poner en ellas toda la atención. Te proponemos juegos que le ayudarán a entender qué es la responsabilidad, un valor muy importante para alcanzar los objetivos que te propones
Al niño pequeño hay que enseñarle a poner cuidado y atención en lo que hace. Esto se puede trabajar durante cualquier actividad que realiza en casa. Por ejemplo, cuando se le encomienda una tarea tan simple como lavarse los tienes, hay que enseñarle a que la lleve hasta el final y la cumpla bien.
Se le pueden dar al niño sencillas tareas que estén de acuerdo con sus posibilidades físicas y su nivel de desarrollo psíquico, siempre haciéndolo consciente de que son su responsabilidad.
Juega con el niño a ser responsable
El objetivo es lograr que los niños se sientan estimulados a actuar de manera responsable. Para ello, haremos juntos un cuadro de honor, le explicaremos que éste es un sito donde figurarán las tareas cumplidas con responsabilidad. Cada vez que las cumpla responsablemente haremos un dibujo para el cuadro de honor. Por ejemplo, le pediremos que ponga la mesa para comer y si cumple la tarea con responsabilidad haremos juntos un dibujo sobre el tema y lo colgaremos en el cuadro de honor.
Se le pueden dar al niño sencillas tareas que estén de acuerdo con sus posibilidades físicas y su nivel de desarrollo psíquico, siempre haciéndolo consciente de que son su responsabilidad.
Juega con el niño a ser responsable
El objetivo es lograr que los niños se sientan estimulados a actuar de manera responsable. Para ello, haremos juntos un cuadro de honor, le explicaremos que éste es un sito donde figurarán las tareas cumplidas con responsabilidad. Cada vez que las cumpla responsablemente haremos un dibujo para el cuadro de honor. Por ejemplo, le pediremos que ponga la mesa para comer y si cumple la tarea con responsabilidad haremos juntos un dibujo sobre el tema y lo colgaremos en el cuadro de honor.
Juegos para aprender la bondad
La inclinación por hacer el bien
La persona bondadosa es buena, benigna y benévola. A veces la bondad se la relaciona con la amabilidad.Es la inclinación a hacer el bien, e implica afecto hacia el prójimo, condescendencia, comprensión de los demás.
Iniciar a los niños en las conductas bondadosas desde una temprana edad es una de las tareas más importantes de la educación para la paz y la educación moral.
El niño aprende a ser bondadoso en primer lugar por el modelo que le ofrece el adulto, y en segundo término por la realización de acciones que lleven implícitos comportamientos bondadosos. Así aprende que lo mejor es ayudar, comprender y cooperar, en lugar de agredir, arrebatar o maltratar. Los modelos adultos pueden ser los cercanos, o aquellos que se muestran en los distintos medios de comunicación: la televisión, el cine, los vídeos. Más adelante la literatura va a cobrar un papel importante en este desarrollo.
La bondad puede enseñarse de muchas formas y en muchos contenidos diferentes, y el niño puede aprender a ser bondadoso con sus iguales, con los adultos, con los animales, incluso con aquellos a quienes no conoce.
Habla con tu hijo
Podemos hablarle de diferentes situaciones que se dan en la vida cotidiana y le preguntaremos al niño:
¿Qué harías si?..
- Sólo tuvieses un juguete y un amigo más pequeño lo quiere.
- Tuvieses muchos juguetes y otro niño que tiene algunos te pide uno.
- Ves en la calle a un anciano que pide limosnas y te llama para que le ayudes.
- Te piden que hagas una conducta no bondadosa.
Podemos agregar todas las situaciones que queramos, siempre que estén referidas al valor que se pretende formar.
Colorear
Se puede terminar coloreando alguna lámina para luego regarlársela a quien el niño quiera.
El niño aprende a ser bondadoso en primer lugar por el modelo que le ofrece el adulto, y en segundo término por la realización de acciones que lleven implícitos comportamientos bondadosos. Así aprende que lo mejor es ayudar, comprender y cooperar, en lugar de agredir, arrebatar o maltratar. Los modelos adultos pueden ser los cercanos, o aquellos que se muestran en los distintos medios de comunicación: la televisión, el cine, los vídeos. Más adelante la literatura va a cobrar un papel importante en este desarrollo.
La bondad puede enseñarse de muchas formas y en muchos contenidos diferentes, y el niño puede aprender a ser bondadoso con sus iguales, con los adultos, con los animales, incluso con aquellos a quienes no conoce.
Habla con tu hijo
Podemos hablarle de diferentes situaciones que se dan en la vida cotidiana y le preguntaremos al niño:
¿Qué harías si?..
- Sólo tuvieses un juguete y un amigo más pequeño lo quiere.
- Tuvieses muchos juguetes y otro niño que tiene algunos te pide uno.
- Ves en la calle a un anciano que pide limosnas y te llama para que le ayudes.
- Te piden que hagas una conducta no bondadosa.
Podemos agregar todas las situaciones que queramos, siempre que estén referidas al valor que se pretende formar.
Colorear
Se puede terminar coloreando alguna lámina para luego regarlársela a quien el niño quiera.
Juegos para ser ordenado
Mantener su cuarto recogido, con las cosas ordenadas y sus tareas preparadas le harán aprender el valor del orden de una forma muy sencilla.
Ordenar es poner en orden, alinear, clasificar, arreglar, encaminar y dirigir a un fin, y en matemáticas, disponer en los términos de manera que sus grados vayan decreciendo o aumentando constantemente. El orden está en todas las cosas humanas, y permite el ahorro de esfuerzo y energía: una cosa desordenada funciona mucho peor que una ordenada. Un niño ordenado es un niño tranquilo, que sigue un método para hacer las cosas, que organiza su actividad.
El niño pequeño tiende a ser desordenado, porque no comprende que las cosas han de hacerse de determinada manera. Es función de la educación irle progresivamente ordenando su comportamiento, ello le trae armonía, paz y buena disposición hacia las cosas. Su vida ha de tener también un orden, que se expresa en un horario, en un régimen organizado de su vida cotidiana que le ayuda a tener estabilidad emocional.
Juego:
Se le explica al niño en qué consiste el juego. Tendrá que resolver una tarea que consiste en colocar en orden lógico un juego de tarjetas que se le entrega, y que representan escenas de un proceso de la vida cotidiana.
Dejaremos que el niño trabaje por sí solo pero tendremos a mano una hoja para hacer anotaciones en la que destacaremos comentarios como:
- El número de intentos que realiza para ordenar las tarjetas.
- Si cambia con frecuencia su estrategia de trabajo.
- Si abandona la tarea y hay que estimularle a que continúe.
- Si muestra señales de aburrimiento o falta de interés.
- Si hay signos de ansiedad por terminar.
Pincha aquí para obtener las tarjetas del juego del orden.
AQUI EN ESTA PAGINA WEB PODRAN ENCONTAR MUCHO MAS JUEGOS PARA ENSEÑAR A NUESTRSO HIJOS LOS VALORES
http://www.guiadelnino.com/educacion/juegos-para-aprender-valores/(offset)/15
El niño pequeño tiende a ser desordenado, porque no comprende que las cosas han de hacerse de determinada manera. Es función de la educación irle progresivamente ordenando su comportamiento, ello le trae armonía, paz y buena disposición hacia las cosas. Su vida ha de tener también un orden, que se expresa en un horario, en un régimen organizado de su vida cotidiana que le ayuda a tener estabilidad emocional.
Juego:
Se le explica al niño en qué consiste el juego. Tendrá que resolver una tarea que consiste en colocar en orden lógico un juego de tarjetas que se le entrega, y que representan escenas de un proceso de la vida cotidiana.
Dejaremos que el niño trabaje por sí solo pero tendremos a mano una hoja para hacer anotaciones en la que destacaremos comentarios como:
- El número de intentos que realiza para ordenar las tarjetas.
- Si cambia con frecuencia su estrategia de trabajo.
- Si abandona la tarea y hay que estimularle a que continúe.
- Si muestra señales de aburrimiento o falta de interés.
- Si hay signos de ansiedad por terminar.
Pincha aquí para obtener las tarjetas del juego del orden.
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